jueves, 6 de mayo de 2010

Capítulo 2

Cap.2
Fue lo que entendí del chico que se agacho a mi lado para ayudarme. Cuando gire la cara para mirar, vi a un chico moreno de extraño peinado y maquillado, era guapísimo y parecía que bastante amable ya que se había parado para ayudarme después del empujón que me pegó.
Si hubiera sido otro probablemente, y con el cabreo que llevaba, le hubiera soltado cualquier improperio, pero en ingles no se me ocurrió ninguno de repente y además me quede totalmente boca vierta cuando me sonrió!!
(Las conversaciones que de aquí en adelante se mantengan son en ingles)
Yo: Ahhh, muchas gracias, eeee no pasa nada ya lo recojo yo.
X: Pues va a ser que si porque me están esperando, ya lo siento, adiós.
Cuando alce la vista vi que había una furgoneta negra con los cristales tintados aparcada justo en frente, con los 2 gorilas sujetando ambas puertas (esos señores tan simpáticos que hacia 1 minuto no me habían dejado pasar) esperándole a el, y un chico con unas gafas y gorra desde dentro que le decía:
Z: Bill, que haces?? Venga que nos tenemos que ir!! Se han enterado que salimos por aquí!! Venga!!
Todo paso rapidísimo, y para cuando me quise dar cuenta la furgoneta arranco y tras de si 1 coche negro que le seguía. A los 3 segundos aquello se empezó a llenar de chicas de nuevo, gritando y corriendo por todos los lados. Para entonces yo ya había recogido mis cosas y estaba en el ascensor de camino a recepción.
Cuando llegue, que mi esfuerzo me costo, un botones simpatiquísimo se hizo cargo de mi maleta y bártulos, se ve que me veía algo cargada y yo mientras me acerque a recepción. Les di el número de reserva para que tramitaran mi alojamiento, cuando vi encima del mostrador una caja llena de peluches y carta de colorines con corazones, fotos de chicas…etc. Me quede mirando pesando que podía ser aquello… cuando el recepcionista me dijo:
-Disculpe señorita Castillo, alguna preferencia en cuanto a la habitación ?
Yo: Pues desearía que fuera en la última planta ya que todas tienen terraza y muy buenas vistas si es posible.
- Lo sentimos pero esa ultima planta esta completa.
Yo: Completa? Pero si por lo menos habrá 30 habitaciones y son todas suites júnior?? Esta seguro??
-Si señorita.
Yo: Bueno si mal no recuerdo y creo que no, solo en la última planta se encuentran este tipo de habitaciones y yo creo tener una reserva para una de ellas, como lo arreglamos??
-Bueno le podía dar una del piso inferior que dispone de un salón mas grande.
Yo: No, yo no quiero un salón mas grande, quiero la reserva q me corresponde, no se en que piso ni que numero, pero esta reserva esta hecha desde hace 3 meses y no me creo que 30 personas hayan hecho una reserva en una Suite júnior en el Ritz de Madrid con anterioridad a esa fecha. Es prácticamente imposible porque no hay ninguna convención estos días ni tampoco ninguna Feria a destacar.
-Es cierto, tiene usted razón, pero son órdenes.
Yo ya no sabia si esto era una cámara oculta o que!! lo que me llevaba pasando desde que me había levantado hasta ese momento era de película!! Pero que me estaba vacilando?? Respire hondo y pensé que aquel pobre hombre no tenia culpa, ni idea de lo que me había pasado hasta llegar hasta allí y que además el solo cumplía ordenes.
Yo: Bueno pues quisiera hablar con el encargado por favor.
-De acuerdo, un momento por favor.
Salio el encargado, un hombre canoso, con traje oscuro y tez morena.
Me dijo:
- Disculpe las molestias ocasionadas señorita Castillo, veremos como lo podemos solucionar.
Yo: Muy amable.
-Bien veo que su reserva la ha efectuado el Sr. Volkmer, es uno de nuestros asiduos clientes, déjeme hacer una llamada a ver que podemos hacer.
Llamo y pregunto unas claves, acto seguido me dijo:
-Bien Sra. Castillo todo solucionado su hab. Es la numero 612 , se encuentra en la ultima planta como bien decía su reserva. Disculpe las molestias.
De acuerdo, muchas gracias.-
Me había quedado con las ganas de preguntarle porque tanto misterio y tanta gaita para 1a habitación, porque estaba segura de que todas las suites era imposible que estarían reservadas, pero cuando entre en mi habitación se me olvido todo aquello solo de ver la cama de 2×2 que tenia solo para mi!!
Me asome a aquel maravilloso balcón que me había costado conseguir desde el cual se podía ver el museo del Prado y el Museo Thyssen, que gozada de vistas!!
De todos los hoteles en los que había estado era el mas lujoso sin duda alguna. Por fin una alegría en todo el día!!
Eran ya casi las 6 de la tarde así que decidí echarme un rato si quería aguantar esa noche en la cena.
Me desperté a las 8:30 y porque sonó el despertador de mi móvil que sino me hubiera quedado en esa cama a vivir. Era enorme, las sabanas de un color beige con ribete marrón ideales, y estaba rodeada de cojines. Tenía un dosel azul a juego de las cortinas de la habitación y de las del saloncito.
Salte de la cama y directa a la ducha. Mientras estaba duchándome recordé el incidente ocurrido con el chico del parking al que escoltaban los gorilas, me había quedado grabada en la memoria esa mirada. Que ojos mas bonitos tenia y que dulce parecía. Me sorprendió que llevara las uñas pintadas de negro y blanco, aunque me había gustado la combinación, y el pelo espantado que llevaba, era una persona que llamaba la atención. Su vestimenta desde luego no pasaba desapercibida y el tampoco, además por su altura. Quien seria?
Se me fue un poco de la cabeza cuando pensé en que ponerme esa noche, quería ir muy guapa y no sabia que ponerme. Al final me decidí por unos vaqueros pitillo ajustados, camiseta negra con la espalda al descubierto y taconazo negro ( para que luego se me rompa y vaya haciendo la coja a lo Lina Morgan, en fin). Un cinto a juego y una chaqueta negra de cuero. El vestido nuevo que me había comprado no era para ese día ya que probablemente después de la cena iríamos a tomar unas copas.
Me peine un estilo mas informal, como medio revuelto y me pinte las uñas con un brillito. Me maquille y cuando me puse la camiseta me di cuenta de que se me había descosido e intente llamar a recepción para que me trajera un kit de costura de esos que hay a veces en los hoteles, pero no se que le pasaba a mi teléfono que no daba línea, así que decidí bajar yo misma.
Salí al pasillo que estaba silencioso, raro era porque con el jaleo que había armado en la calle… y cuando fui a girar para coger el ascensor allí estaba otra vez ese chico. No se porque en ese instante se me puso un nudo en el estomago, trague saliva y me dirigí hacia allí. El también estaba esperando el ascensor. Y me puse al lado suyo.

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