jueves, 6 de mayo de 2010

Capitulo 3

Cap.3
El también estaba esperando el ascensor. Y me puse al lado suyo.
Al verme me sonrió cortésmente, y creo que me reconoció.
El ascensor llego y nos metimos dentro.
Una vez allí y aunque estaba un poco nerviosa decidí hablarle.
Yo: Al final no se me perdió ningún papel – no le iba a llamar por su nombre aunque lo sabia, se lo había escuchado llamar al chico de la gorra, porque que iba a pensar…
Bill: Como? Perdona?
Yo: Si, antes cuando me has empujado en el parking que se me han caído, bueno mas bien me has tirado (me reí) mis cosas, al final no se me ha perdido ningún papel de los que llevaba en la carpeta. – mi comentario no sonó como yo quería, sino mas bien a reproche.
Bill: Ahhh si!! Es verdad! Jajaja, me alegro. Siento lo del empujón no te vi bien y además no me podía quedar a ayudarte a recoger.
Yo: Ya, te estaban esperando. Bueno mas o menos pude sola, hasta que casi una chica mu’ maja ella con la emoción que llevaba encima por poco me deja sin mano del pisotón que me dio, menos mal que, fuerza mucha no, pero tengo una voz maravillosa, sobre todo para pegar un buen grito cuando hace falta y esta tarde esa pobre se ha llevado uno, junto con alguno mas, incluido tu guardaespaldas, al que le he echado una maldición gitana de no te menees, que me he quedado mas ancha que larga. – Debía ser que mi comentario le hizo gracia porque no paraba de reírse, aunque mi intención inicial no era esa, pero bueno por lo menos no le había sentado mal.
Bill: Jajaja. Yo también
Yo: Tu también que?
Bill: Que también tengo una voz maravillosa y sobre todo para pegar gritos
Habíamos intercambiado 3 palabras, bueno el 3 y yo 50, y ya parecía que teníamos un vacilón como si fuéramos colegas.
Yo: Ah si? Pues ya somos 2.- Nos reímos a la vez mirándonos.
Me moría por preguntarle si era por el que había armado ese jaleo en el hotel y quien era, pero no lo hice porque no era el momento y porque probablemente eso fastidiaría la conversación tan divertida que estábamos teniendo.
Llegamos abajo y el ascensor paro, las puertas se abrieron y me dijo:
Bill: Encantado de haberte conocido, espero no volver a empujarte – se reía mientras me lo estaba diciendo
Yo: A ver si es verdad porque sino el siguiente que se va a llevar uno de mis famosos gritos vas a ser tu y….-de repente me calle, porque me di cuenta de que lo que iba a decir probablemente no le hiciera mucha gracia. No era ningún colega mío, era un tío con el que acaba de cruzar 2 palabras y por mucho colegueo que pareciera haber no me conocía de nada.
Bill: y??
Yo: Nada nada, mejor me callo
Bill: Bueno, después de lo que hemos hablado no pareces ser una chica introvertida. Además después de haberte enfrentado a un guardaespaldas 2×2 y no haberte cortado ni un pelo, te va a dar corte terminar una frase… - lo dejo en el aire.
Yo: Uyyy eso me ha sonado un poquito a desafío… ummmmmm- le puse una sonrisa picarona- y no me da corte decírtelo pero quizá no tenga tanta confianza contigo como para saltártelo pero como vergüenzas ya veo que las justas pues te lo diré.
Bill: Dispara! no se porque, pero creo me va a hacer gracia.
Yo: Te iba a decir que si me vuelves a empujar tú serás el próximo que se va a llevar uno de mis gritos y no te va a hacer falta peinarte, porque de la misma se te van a poner así los pelos!! Jajaja- según iba terminando la frase me empecé a reír yo misma, imaginándome la escena.
Bill se empezó a reír a carcajada limpia conmigo, se ve que si que le había hecho gracia y no le había sentado mal.
Salimos del ascensor los 2 riéndonos, yo me dirigí hacia la recepción y el parecía que también.
Cuando llegue me puse detrás de 3 chicos que había, y vi como Bill empezó a hablar con ellos. Estaba el chico de la gorra que horas antes estaba dentro de la furgoneta, y otros 2, uno rubito de pelo corto mas bajito y otro de pelo liso castaño, los dos vestían parecido. El que me llamo la atención fue el chico de la gorra que además tenia rastas y era rubio, parecía ser rapero por la forma en que vestía la ropa tan ancha.
Cuando me puse detrás de ellos el único me miro de arriba abajo fue el chico de rastas, que me dedicó también una preciosa sonrisa, y fue cuando me percate del piercing que tenia en el labio.
Hablaban en alemán entre ellos, y aunque algo de alemán si que sabia (no me quedaba mas remedio que aprenderlo, sobre todo para tratar con los clientes de allí ) no me enteré de nada de lo que decían, excepto algo de alguna maleta que creo que se había extraviado.
Bill, me miro y me dijo:
B: Estas esperando para hablar con el recepcionista?
Yo: Si, quería pedirle una cosa.
B: Ok. Pues pasa porque nosotros tenemos aquí para rato.
Yo: Ah!!! Muchas gracias, yo no tardo nada.
Me adelante pasando entre ellos, Bill y el chico de la gorra estaban a mi dcha, y los otros 2 chicos a la izda.
Mientras el recepcionista volvía, vi como el chico de la gorra tenia la caja que antes yo había visto en el mostrador, y le estaba diciendo a Bill:
-Mira Bill, este tanga es para ti lleva tu nombre y la foto de la dueña!! – Eso fue por lo menos lo que entendí
Bill: Que gracioso!! Tengo un cajón lleno de bragas, sujetadores, tangas…de fans - al decir esto todos se echaron a reír.
Cuando oí la palabra ‘fans’ fue cuando me di cuenta que realmente debían ser muy famosos, y que el revuelo que había allí armado si que era por ellos.Después de decir esto, todos se quedaron en silencio, y fue cuando me empecé a poner algo nerviosa. Sentía sus miradas clavas en mi espalda (que por cierto se me veía entera, porque entre que la camiseta era así y que se me había descosido…) y note como unos cuchicheos, no se que era lo que estaban diciendo pero pensé que se trataba de mi, ya que hasta entonces habían hablado en un tono normal. Ellos no sabían que yo entendía algo de alemán.
El recepcionista salio, y me pregunto que quería, le respondí que un kit de costura ya que en mi habitación no había visto y que necesitaba coserme una prenda. Me dijo que no disponían de nada de eso, pero que si esperaba un rato podía acercarse un botones a al tienda y me lo traerían. Yo no podía esperar tanto tiempo, eran ya casi las 9:30h y a las 10 había quedado…
Resople, pensando que mi mala suerte había vuelto a aparecer, estuve unos minutos hablando con el recepcionista para buscar una solución, cuando el chico de la gorra se puso detrás mío, casi rozándome y pregunto:
- Hay algún problema?

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