viernes, 14 de mayo de 2010

Capítulo 65

Cap.65
Las noches se me hacían casi mas pesadas que los días teniendo que ver la cara de culpabilidad de Raúl cada mañana. Según pasaban, sentía menos rencor hacia el y los recuerdos del pasado me hacían verle de diferente manera.
Hice caso al consejo de Cris y deje de tomarme aquella guerra personal y encarnizada por mi cuenta, solo conseguía herirme a mi misma alimentando un odio innecesario y dañino.
Aun así no volví a dirigirle la palabra ni el lo intento, en el silencio todo era mas fácil.
Pero en realidad quería buscar un culpable de todo, el porque me había tenido que pasar aquello a mi, y sabia que si esa persona era yo, jamás conseguiría salir de aquello, porque nunca podría perdonármelo.
Me lastimaba el haber perdido de esa manera la amistad de Raúl, le quería mucho aunque el no lo supiese, y una vez fui muy feliz a su lado.Todo el mundo al que había querido de verdad, terminaba dañando o desapareciendo de mi vida, mi padre, Nekane, Raúl, Bill.. me temía que las próximas serian Cris o Ursu, pero no sabia como poner fin porque no sabia en que momento de mi vida había hecho algo tan malo como para que aquello me pasase tal factura.
Aun así, mis nuevos compañeros eran muy hospitalarios conmigo y me ayudaban cada tarde con unas cuantas rondas de cervezas a perfeccionar mi Italiano, un tiempo perfecto de evadir mis pensamientos.
Solo llevaba 10 días y la tarde del jueves, casi terminando la semana recibí una llamada nada agradable. Con Nekane solo había hablado en dos ocasiones desde que me había trasladado. Nuestra relación se había convertido en una balanza donde en cada extremo estábamos Georg y yo, con su peso el mío disminuía y viceversa. Cuanto mas se acercaba a el, mas se alejaba de mi.
Sabia la poca estima que me tenia Georg desde que todo sucedió, y, era imposible que eso no hubiera minado nuestra relación. El, junto con otro tanto de opiniones me hacían responsable de todo, y Nekane se encontraba en una posición demasiado difícil como para posicionarse; pero aun así, el , era el padre de su hija.
Imagino que fue el hecho perfecto para cargar contra mi el no haberle contado el embarazo de Nekane, y tal y como yo había hecho en mi caso culpando a todo el mundo menos a la verdadera responsable, yo, Georg había hecho lo mismo conmigo. Una opinión que jamás cambiaria y una ‘amistad’ que jamás recuperaría, pero ya, que mas podía perder?
La voz ronca de su hermano nada mas descolgar el teléfono me auguro que nada bueno podía estar pasando.
Ametz: Hola Jon, que tal?
Jon: No demasiado bien… - me respondió con voz queda –
Ametz: Que pasa Jon?
Jon: Nekane.. esta ingresada desde hace unas horas y.. aunque nos ha pedido que no te llamemos, se que querrás estar con ella. Ya se que estas en Roma y que probablemente no puedas venir pero.. yo te lo digo – me confeso con tono apenado –
Ametz: Espera, espera, a ver por partes. Nekane esta ingresada! Por que?
Jon: Empezó a notar un dolor muy agudo en la tripa y decidió ir cuanto antes a la clínica
Ametz: Y que le han dicho?
Jon: Creen que se pondrá de parto en las próximas horas, pero no están seguros
Ametz: Y..osea.. esta bien? – le pregunte demasiado nerviosa –
Jon: Pues de momento estable.. pero todavía no nos han confirmado nada.
El nudo del estomago que durante aquellos días había permanecido lo suficientemente flojo como para no acordarme de el, se estrecho en una fracción de segundo retorciéndome de dolor al comprender el significado verdadero de sus palabras.
Ametz: Jon, dime la verdad.. voy a ir de todas maneras, ella esta bien? – le pregunte con voz temblorosa –
Jon: No…
Ametz: No puede ser! – grite comenzando a llorar –
Me levanté de la silla del despacho, cogi tan solo el bolso dejando incluso mi abrigo y me dirigí a la esquina de la calle, donde sabia que había una parada de taxis.
Ametz: Pero vamos a ver y el medico que os ha dicho??
Jon: Que el parto será complicado
Ametz: Bien, vale.. eso ya lo sabíamos, no es nada nuevo.. que mas?
Jon: La niña no debe de estar posicionada todavía…
Me quede en silencio porque al digerir su información recordé la parte relacionada con el Dct. Fixa. Sabia lo que el me había dicho y la gravedad de mala colocación del bebe. En su 9º mes de gestación era raro y muy peligroso que la niña todavía no estaría colocada, lo que podía complicar mucho el embarazo. Pero eso en el siglo XXI y en la mejor clínica de Barcelona no debía de ser un impedimento. Tranquilice mis nervios al admitir aquella verdad.
Jon: Ametz??
Ametz: Si, si Jon, estoy, es que estaba recordando lo que hable con el ultimo Doctor que la atendió cuando estuvo ingresada…. y, me parece muy bien que la niña no este bien colocada, cosa que ellos ya sabían, pero eso en 1457 si era un problema, en el 2009 y con el pastón que cuesta la clínica no! – dije enfurecida –
Jon: Ya lo sabemos…. la verdad creemos que los médicos están haciendo todo lo posible…
Ametz: No lo dudo, pero en estos casos no es todo lo posible, sino todo lo necesario! Y si hace falta que el director del hospital se tire allí los próximos días para garantizar su seguridad, esta y punto.
Espere hasta que me di cuenta que mis palabras no estaban ayudando en absolutamente nada, mas que para crispar aun mas los nervios.
Ametz: Escucha, me voy ahora mismo a el aeropuerto para coger el 1º vuelo que salga a Barcelona, ok? No os preocupéis estaré allí lo mas pronto que pueda Jon, te lo prometo. Cualquier cosa, lo que sea, que cambie, para bien o para mal, llamadme por favor!
Jon: Te mantendré informada, estate tranquila – me dijo mientras lloraba –
Ametz: Si consideráis que el decirle a Nekane que voy a ir , la va a alterar no le digáis nada, no tiene porque verme..
Jon: No te vera, esta sedada.
Su estado era bastante peor del que podía imaginar y me hizo presagiar que las malas noticias no habían terminado y que podían sucederse mas rápido de lo que imaginaba.
Ametz: Georg esta allí? – le pregunte enfadada –
Jon: Si, fue el, quien nos llamo
Imagine por un momento el hecho de que si Georg estaba allí, el resto del grupo podían estar también y me detuve en cuanto contemple aquella posibilidad, haciendo mas fácil mi respiración.
Ametz: Esta solo?
Jon: Bueno solo.. su madre no ha venido…ahora el esta con nosotros
Ametz: Me refiero al resto del grupo
Jon: Ah! Si, si creo que nos dijo algo de New York, pero es eso relevante?
Ametz: No, no sin mas, pura curiosidad, bueno lo dicho espero estar allí para esta noche, ok?
Jon: Tranquila te mantendré informada.
El trayecto hasta el aeropuerto se me hizo mas que eterno pero esta vez me prometí no alterarme tanto como para hacerle comer el bolso a la azafata de Spanair que me aseguraba que hasta la mañana siguiente no había vuelos disponibles.Respire profundo y me alegro saber que en momentos extremos estaba aprendiendo a reprimir mi genio, me hubiera servido eso también en el pasado? Ahora jamás lo sabría.
Ametz: Bien… comencemos de nuevo… - afirme inspirando – en su compañía no disponen ningún vuelo para Barcelona hasta mañana, Señorita… Karinee? – la pregunte con una sonrisa radiante –
Karinee: No
Ametz: Vale..sino es directo, seria tan amable de comprobar los enlaces que puedo hacer para poder llegar esta noche a España?
Karinee: Lo intentare..
Ametz: Gracias… - le respondí mientras mis ojos la regalaban lindeces como: lerda, corta, retrasada, inútil, incompetente, bocachancla o tuercebotas.
Karinee: Hoy es su dia de suerte! – me salto como si me hubiera tocado el jamón de Navidul –
Ametz: Claro me esta atendiendo usted! – le salte irónica sin poder reprimirme mas –
Karinee: Tiene un vuelo hasta Frankfurt que sale en 40 minutos y de allí puede enlazar con uno hasta Barcelona.
Ametz: Frankfurt? – no podía haber otro país en el mundo para hacer escala que Alemania??? me pregunte furiosa –
Debió notar mi poco aprecio en la pregunta y me contesto seca:
Karinee: Es la única opción para esta noche, sino la quiere.. ya sabe, hasta mañana a las 8 nada.
Ametz: No, no de acuerdo, resérveme ambos vuelos.
Karinee: La vuelta?
Ametz: Pues… - pensé mentalmente los días necesarios y al no saber la gravedad del asunto decidí: - no, solo ida.
Karinee: Bien, equipaje?
Ametz: No llevo
Karinee: Bien, estas son sus tarjetas de embarque y esta la puerta – me explico mientras redondeaba mi billete en la puerta 15B –
Ametz: Muchas gracias, y una vez muy amable por hablarme en su estupendo castellano.
Karinee: De nada
Al final, hasta su cara de rancia y su desgana, me pareció agradable.
Me dirigí rápida hasta la puerta indicada y ya allí, llame a Ursu, después de una corta conversación con el responsable de la oficina explicándole mi ausencia los próximos días.
(hasta aquí mas o menos bien)
Ursu: Perri! Si es que no puedes vivir sin mi eh? No me digas que ya has encontrado el Burberrys?? – me contesto risueña –
Ametz: No cariño, no he ido de tiendas para mirarte eso… estoy en el aeropuerto me vuelvo esta noche para Barna
Ursu: Que ha pasado??
Ametz: Nekane, Ursula - un leve cosquilleo que termino en temblor me inundó las manos y la voz cuando ahora yo era la portadora de las malas noticias – esta ingresada.. creen que se ha puesto de parto
Ursu: Ayyy ya viene la pequeña jamelga porculera??
Fue la 1º vez que no me reía ante su ridículo mote, aun así los recuerdos de la 1º vez me hicieron reflejar una pequeña sonrisa.
Ametz: Si cari pero mal.. hay complicaciones, me ha llamado Jon y me lo ha dicho, están muy preocupados… la cosa es peor de lo que pensaban
Ursu: Pero.. pero.. ella esta bien?
Ametz: Eso creen, pero todavía no hay nada..
Ursu: Si tu te vas para allí tan rápida y me has llamado con esa cara que aunque no la pueda ver, la imagino por tu voz, es que las cosas no están nada bien, no??
Ametz: Mas o menos…
Ursu: Dime… que posibilidades ves?
Ambas sabíamos de lo que hablábamos
Ametz: Creo que la niña vendrá bien… estoy convencida de que otra cosa no, pero Georg estará moviendo a la clínica entera y parte de España con tal de que todo vaya bien.
Ursu: Entonces el peligro es mínimo, no?
Ametz: Eso espero…
Ursu: Bueno yo mañana tengo un proyecto que presentar ineludible, pero en cuanto termine me cojo un vuelo y paso el finde allí, ok?
Ametz: No hace falta cariño, solo te llamaba para que lo supieras.. a Cris, no se lo pensaba decir hasta que todo haya pasado porque seguro que va a querer venir y se puede buscar un problema en el curro.. ha faltado demasiado estos últimos meses.
Ursu: Si, estamos de acuerdo, pero yo mañana a la noche estoy allí.
Ametz: Ok, yo ahora pillo un vuelo a Frankfurt y de allí a Barna
Ursu: Oye! Y..solo esta Georg?
Ametz: Si, eso me ha dicho Jon, no están ninguno de los otros 3
Ursu: Tienen nombres, eh? – me dijo vacilando –
Ametz: Lo se pero no hace falta que los diga para que sepas a quien me refiero, no??
Ursu: Ya.. jejeje.
Después de un silencio algo incomodo en el que se lo que pensaba preguntarme pero no se atrevió, me calmo:
Ursu: Tranqui neni, que todo va a salir bien, ya lo veras!
Ametz: En mi vida ya han ido muchas cosas mal, como para que ahora esto también se tuerza…
Ursu: El pasado es eso, pasado, no lo pienses mas
Ametz: No lo hago – mentir esta mal y lo sabia, pero el mismo tema ya empezaba a cansar –
Ursula soltó una pequeña risita nerviosa haciéndome saber que ninguna de las dos nos creíamos mi afirmación así que la tranquilicé:
Ametz: Estoy bien peke…
Ursu: Lo estarás
Ametz: Claro que si, porque os tengo a vosotras! jejeje
Ursu: Eso siempre! Ya sabes lo que yo os digo, recluyámonos en una mansión en Maldivas y que se muera el mundo!
Con Ursula era un alivio hablar siempre, pero sobre todo en los malos momentos, siempre sacaba su chispa y humor para hacerte sentir bien, aunque ella por dentro supiera la verdad de todo y su animo seria mucho peor que el tuyo, pero sabia esconderlo muy bien y sacar su mejor cara para los demás. Una cualidad que solo ella poseía.
Ametz: Sabes que lo haría! y mas ahora..
Ursu: Bien, mañana a la noche lo planeamos.. – dijo malévola –
Ametz: Te veo mañana perrilla, me alegra tanto que vengas y tenerte allí…
Inspiro hondo sin contestar; sabíamos que el panorama que nos esperaba, esta vez no se solucionaba con una buena juerga y una botella de ron, la vida de una personita estaba en peligro, la vida de una de nosotras.
Las 3 horas que tarde en coger el siguiente vuelo me dieron demasiado tiempo para pensar. La primera la dedique por completo a Nekane y a la niña, y como capear el temporal que sabia me esperaba a la llegada. Pero las otras dos, y como si de un dia normal se tratase, llevaban el nombre de Bill.
Me preguntaba si algún dia conseguiría pasarlo entero sin pensar en el y en el que hubiera sido. Que hubiera sido si todo hubiese salido bien? Si ninguna foto se hubiera publicado? Si aun seguiríamos juntos, y donde nos hubiera llevado todo.
conseguí dormirme con aquellos pensamientos en la cabeza, supongo que por cansancio.
Al llegar al aeropuerto había mas gente de la que imaginaba y me costo unos minutos llegar a coger un taxi que me llevara hasta la clínica.
Le dije que me dejara en la puerta de Urgencias, tras la clínica, mas tiempo de reacción si me encontraba con alguien y mas tiempo de pensar en como iba a asimilar la situación que a pocos minutos iba a vivir.
Mi aspecto, después de algunas horas, era mas que deplorable pero no podía perder ni un segundo en ir a casa a cambiarme.
Pregunte en información por la habitación, en vez de llamar a Jon y anunciar mi presencia antes de lo necesario.
3º planta, habitación 321. Subí andando repasando diferentes reacciones dependiendo de a quien encontraría allí. Georg sabia que estaba allí y aunque según Jon, el resto del grupo no estaba allí, cosa que sabia y no dudaba, todo, por pequeño que seria lo relacionado con ellos, me hacia ponerme en un estado defensivo fuera de lo normal.
Me aposté frente a la puerta de la habitación y después de inspirar tan hondo como pude, toque un par de veces. Al ver pasar los segundos y no obtener respuesta opte por abrirla despacio, oyendo el suave chirrido.
Recorrí el pequeño pasillito hasta la amplia estancia, y excepto un par de ramos de flores, allí no había nadie mas. Me cerciore de que el baño también estaba vacío antes de salir y dirigirme de nuevo a información y que me aclararan que no sabían donde se encontraba Nekane de no ser en la habitación.
Me había confundido de clínica? O de piso al subir?
El sudor frío que siempre te invade la espalda recorriéndola desde la nunca hasta el trasero, una vez mas, y desde hacia mucho tiempo, me volvió a recordar el estado de nervios.
No quería llamar a su hermano, pero después de repetir la misma operación en el 3º piso y después en Urgencias, supe que era la única salida.
Saque mi móvil del vacío bolso y descubrí que desde que había aterrizado no lo había encendido, por lo cual no había podido recibir ningún tipo de noticia si habían intentado contactar conmigo.
Al hacerlo un alubión de mensajes me llego en el mismo momento, todos los que alcance a leer eran llamadas perdidas de Jon, así que sin detenerme a comprobar el resto le llame de inmediato.
Los tonos se sucedían y nadie contestaba, hasta que a la 3º llamada una voz agitada me contesto:
Jon: Ametz?
Ametz: Jon! Por dioss donde estáis? Estoy en la clínica! He subido a la habitación pero aquí no hay nadie
Su respiración me asusto cuando del modo mas calmado me dijo:
X: No soy Jon.. soy Jose, el padre de Nekane..
Ametz: Ayy Jose, que te había confundido.. donde estáis?
Sus sollozos me pillaron por sorpresa y separándome el auricular lo suficiente como para que no me molestase pero podiendo oírle, le pedí nerviosa:
Ametz: Jose! Donde estáis? Que ha pasado?
Sus incesantes jadeos le impedían hablar y con ello solo conseguía que mi grado de alteración alcanzase casi el limite de mi paciencia, así que suspire por ambos y le rogué todo lo calmada que pude:
Ametz: Por favor Jose dime algo, que ha pasado? Por que no estáis en la clínica?
Jose: Ne..Nekane.. la niña.. – farfullaba sin claridad –
Ametz: Si? Que mas? Donde estáis?
Jose: No.. han… no han podido hacer nada por ella… - admitió al fin –
Las ideas se me congelaron y la capacidad de razonar su afirmación también.
Sabia que de haber pasado algo así me lo hubieran dicho!
Pero y si Jon me había estado llamando para decirme aquello y yo estaba en el vuelo?
No no, no podía ser eso.
La capacidad de reacción se me multiplico y decidida le pedí:
Ametz: Jose, escucha! Escúchame, dime donde estáis?
Jose: En el hospital – dijo llorando –
Ametz: Bien, estáis allí.. por que?
Jose: Estamos en el hospital porque Nekane se ha puesto de parto y allí no tenían los medios necesarios para garantizar su seguridad ni la de la niña – me reconoció con la voz en un hilo -
Ametz: Pero.. esta bien? – le pregunte dirigiéndome al primer taxi que divise –
Jose: Los médicos dicen que.. – suspiro fuerte y lento - ..que no nos pueden asegurar nada..
Ametz: Pero como que no pueden asegurar nada? - le grite enfurecida –
Ametz: Donde esta Georg?
Jose: Discutiendo con el director del hospital
Ametz: Bien – admití –
Sabia que Georg pelearía como si su vida iría en ello, y si de algo estaba segura es que el lo haría mejor que ninguno de nosotros. Esa niña se había convertido en su propio aliento y no iba a permitir que ni a ella ni a Nekane les pasase nada, aunque seria lo ultimo que hiciera.
Ametz: Jose, voy para allí, tardo 10 minutos, no os preocupéis por nada, se que Georg lo va a solucionar, cueste lo que cueste, todo va a salir bien. Estaros tranquilos, vale? Un beso muy fuerte, ahora nos vemos.
Colgué en el momento que pude observar como la transformación del dolor en fuerza se producía. Ahora tenia un nuevo y vital aliciente por el que luchar, algo por lo que pelear.
Me entusiasmo tanto la idea como me horrorizo el desenlace de todo, pero como si se tratase de salvar lo que ya yo no podía con Bill me lo tome.
Como si mi vida y la de el unidas, estuvieran entrelazadas a Nekane y a la pequeñita que peleaba por vivir.
Azuce al taxista para que corriera tanto como su mercedes pudiera, y poder llegar a ver de una vez con mis ojos lo que me carcomía por dentro y en verdad no quería admitir como realidad.
Al llegar abrí la puerta en marcha y le pague con un billete que bien podía ser de 50€, pero no era el momento de perder ni un segundo mas.
Me fui directamente a urgencias a intentar preguntar lo que nadie parecía tener tiempo para aclararme, así que opte por recorrerme todo el hospital hasta la entrada principal y preguntar en información por ella.
No parecían haber registrado una entrada de ese tipo y gravedad, en la ultima media hora, pero si había sucedido tiempo después aun no lo sabían.
Llame de nuevo a Jon y para mi sorpresa, no tan agradable como hubiera sido la voz de su hermano, me cogio Georg:
Georg: Ametz?
Su voz grave y enfurecida me hizo enmudecer en cuanto le oí.
Los pocos segundos que tardo en volver a hablar me bastaron para recordar el horrible encuentro con Bill y su desenlace.
Georg: Ametz me oyes? – me pregunto en su perfecto ingles –
Ametz: Si, perdona dime..
Georg: Tu has llamado…
Ametz: Ah si! Perdona, esto.. donde estáis? Aquí nadie parece saber nada! Y me estoy poniendo histérica!
Georg: La habitación que he conseguido – remarco con voz de superioridad – es la 456 en la 4º planta, pero estamos todos en una sala que nos han habilitado en urgencias, al lado de la UVI.
Ametz: Acabo de venir de allí!
Georg: Bien, pues vuelve, salgo a buscarte.
Ametz: Ok, sal ya, que estoy yendo
Georg: Estoy – y me colgó –
De nuevo el nudo en la garganta sabiendo que sus ojos me volverían a escrutar como la ultima vez, buscando en mi algo que nunca parecían encontrar, la verdad.
Fui todo la rápida que pude, esta vez sin pensar en nada mas que Nekane y que me aclarasen de una vez todo. Pensar en algo mas seria perder el tiempo, ya no había ‘nada’ en que pensar, todo había terminado. Incluso la conexión que parecía aun existir con Bill, por medio de Georg me incomodaba, pero la soportaba porque sabia que el hacia todo lo que podía por Nekane y la niña, sino creo que a el también le hubiera regalado un par de palabritas. Ambos nos teníamos una estima mas bien escasa, el, porque me tenia como una mentirosa aprovechada y yo, por un entrometido cizañoso, aun así con un fin común, proteger a nuestros amigos del otro.
El encuentro me provoco una sensación que jamás hubiera imaginado. Melancolía, aflicción, tristeza, pena y nostalgia, todo unido a unas ganas imposibles de reprimir por abrazarle, como si mi único y ultimo vinculo a la felicidad fuera el, y temiera que también se me escapara.
Cuando nos hubimos acercado lo suficiente hice lo que tanto deseaba y me permitió espirar soltando la presión contenida.
Georg al ver como mis brazos lo rodeaban y mi cara se hundía entre su pelo junto al cuello se sobresalto pero en ningún momento se movió, quizá demasiado sorprendido para hacerlo. Sus manos se quedaron en el mismo sitio donde habían estado sin devolverme la muestra de cariño.
Pero por un momento eso también me dio igual. Era como si me trasmitiese la fuerza necesaria para continuar con lo que ahora empezaba, y parte de el perteneciera a Bill.
Me separe a los pocos segundos, aunque hubiera permanecido abrazada a esa fuerte espalda el resto de la noche.
Le mire a los ojos comprobando su grado de desconcierto, temiendo una reacción cuanto menos déspota, pero ni eso sucedió, se me quedo mirando como recordando lo que debía haber pasado, y viendo en mi cara lo que aun llevaba escrito con luces luminosas: ‘¡¡yo no fui!!’
En una milésima de segundo, sentí como sus ojos me transmitían la compasión que jamás pensé vería en el, pero esta vez para mi asombro así fue. Los segundos pasaban y ninguno decía nada, intentando adivinar que era lo mas apropiado. El silencio se convirtió para mi en una pequeña sonrisa de alivio, que Georg me correspondió acercándose, y cogiéndome tierno del brazo me pregunto:
Georg: Que tal Ametz?
Ametz: No todo lo bien que quisiera ni debería, pero ahora no soy yo quien se tiene que quejar
Se rió amargo girando su cabeza, desviando la mirada para devolvérmela y reprimiendo las palabras que estaba pensado.
Me arrepentí al segundo de haberle admitido lo que sentía, pero de todas maneras, mi cara no dejaba lugar a dudas.
Georg: Tienes razón.. aquí las cosas.. – se detuvo cuando su mente volvió al motivo por el cual nos habíamos reunido – Nekane.. esta mal – me admitió mientras caminábamos hacia la UVI –
Le pare en seco para preguntarle:
Ametz: Georg dime la verdad, quiero saber antes de entrar que es lo que me voy a encontrar
Mi voz se quebró en el instante en que la suya se desvaneció cuando me admitió con los ojos la realidad de todo.
Ametz: Noo, dime que hay algún tipo de esperanza! De alguna manera!
Georg: Si, claro que la hay. Pero la niña puede salir dañada..
Ametz: Pero.. pero.. tiene que haber medios!
Georg: El cuerpo de Nekane no tolera ciertos componentes de algunos medicamentos que hasta dia de hoy no parecía conocer… eso complica la situación y mucho.
Ametz: Cesárea??
Georg: Claro. Eso ya estaba decidido desde antes de que pasara esto, pero aun así… solo queda esperar
Ametz: Va a salir bien! Tiene que salir bien! – le anime gritando – Alguien se merece ser feliz, no??
Georg: A veces uno recoge lo que siembra.. pero en este caso no es así. Esto es la vida misma, nadie lo ha buscado.. – me aclaro echando por tierra mi ilusión de que su opinión hacia mi hubiera cambiado –
podía haberle rebatido hasta convencerle de la verdad de todo, pero ni era el momento, ni tenia ganas. En realidad no quería volver a revivir nada de lo que había sucedido, ni siquiera para demostrar lo confundidos que estaban.
Me limite a callarme dedicándole una mirada que resumió perfectamente lo que pensaba y que Georg comprendió a la primera.
De los cuatro, era el mas astuto e inteligente; pocas veces le había visto dejarse llevar por el momento o por un arranque. Quizás su difícil vida le había hecho ser así y convertirse a sus 22 años en una persona mas fría que el resto de jóvenes de su edad.
Bill me lo había relatado.
Su padre los abandono cuando Georg era tan solo un niño de 3 años. La vida de su madre desde entonces no fue nada fácil y no ayudo el hecho de que su siguiente pareja la maltratara y Georg tuviera que ver aquello dia y noche durante su niñez.
Con tan solo 12 años y después de que su madre fuera ingresada por 4º vez, decidió enfrentarse solo. Amenazo a su padrastro que, imaginaban, que por aburrimiento se marcho. Aun así, su madre siempre había sido una persona débil y dependiente, y el desde muy pequeño se había visto en la obligación de cuidar de ella y su entorno.
Cuando Bill y Tom le conocieron era un niño serio y frío, pero con el paso del tiempo y cuando su amistad se estrecho tanto como su éxito crecía, empezó a sentir una alegría por la que luchar, eso que para el termino a los 3 años y que después de 13, volvía a retomarse.
Volvió a sonreír y empezar a ver la vida desde otro prisma. Le había dado desde entonces a su madre todo lo que quería. Una vida digna, feliz y llena de lujos.
Quiza por eso, y viéndole ahora, después de mirarle frente a frente como si quisiera hurgar en su alma, sentí el cariño que le profesaba a Nekane y a la niña, y lo que odiaba la mentira y los engaños. Aun así, conmigo se había equivocado, pero ese era un asunto que ya no me quitaba el sueño. Todo el mundo lo había hecho, por que el iba a ser diferente?
Ahora mientras el sonido de su paso y el mío acompasado era lo único que se oía en aquel pasillo estrecho y de un verde casi irritante, pensé en lo que había pasado por alto y que realmente me importaba mas que ninguna otra opinión.
Y Tom? también pensaría eso de mi? Pensaría que era una arpía aprovechada? Pensaría que había vendido a su hermano tal y como el resto aseguraban?
Me angustio esa incertidumbre mas que cualquier otra cosa desde hacia muchos días, quería saber la respuesta y ya!
Mis pensamientos me mantuvieron totalmente absorta el corto recorrido, pero al ver la cara de los padres de Nekane o Jon, reflejados en mis ojos, me imbuyeron con ellos en la profunda pena que en el ambiente se podía hasta masticar.
Unos interminables abrazos y lagrimas que corrían por las manos hasta morir en mis hombros. Su dolor era tan palpable que con el tacto te lo transmitían hasta los huesos. Para ellos ya no había esperanza? Sabían algo que no me habían querido contar antes?
Mire a Georg cuando la madre de Nekane se refugio en mi como su ultima esperanza, intentando saber si en realidad era tal y como ellos me lo estaban contando en silencio. Se limito a seguir mi mirada sin desviarla pero con ojos opacos, limpios de sentimiento, fríos y oscuros.
Un escalofrío me invadió al no saber a que atenerme o comportarme. Mis palabras de aliento y confort no sonaron creíbles ni siquiera para mi, que sabia lo que tenia que hacer pero no sabia porque.
Cuando me volvieron a contar lo mismo que ya sabia, pensé que el nivel de alarma estaba sobreestimado y por eso los ojos de Georg reflejaban la quietud que ningún poseía y tanto necesitaban.
Le cogi del brazo con miedo y le hice un gesto para vernos en el pasillo, me siguió con la mirada como pensándoselo hasta que cedió y me acompaño.
Se apostó frente a mi y sin abrir la boca me pregunto con un gesto altivo.
Ametz: Hay algo que no sepa? Por que esta alteración?
Georg: Están preocupados…
Ametz: Pero es para tanto Georg? Que demonios os ha dicho el medico?
Georg: Lo mismo que ya sabes
Ametz: Entonces?
Georg: Temen lo mismo que yo.. perder a alguna de las dos.
Ametz: Joder, eso todos! Pero estos ánimos no ayudan a nada! Hay que actuar – le dije espitosa, como queriéndome dirigir hacia algún lado –
Georg: Todo esta mas que hecho, yo me he encargado de todo. Los cuatro médicos encargados de pediatría, obstetricia y ginecología se encuentran con ella. Son los mejores de toda la comunidad. De haberlo sabido… - bufo desviando su mirada –
Ametz: Que?
Georg: Me la hubiera llevado a Berlín
Ametz: Estoy segura de que aquí serán tan capaces como allí, no te preocupes – le tranquilice mientras le tocaba el hombro con cariño –
Su reacción fue mas déspota de lo que nunca podría haber imaginado. Se aparto tan pronto como sintió el tacto de mi piel contra la suya. Era el momento.
Ametz: Me tienes miedo? O es solo aversión? – le salte herida en el orgullo –
Tardo en digerir mi pregunta pero menos de lo que la sorpresa conllevaba.
Georg: Ni una cosa ni otra
Ametz: Entonces?
Georg: Que?
Ametz: Que hay en mi que tanto te disgusta?
Georg: Me lo preguntas? – me contesto riéndose –
Ametz: Si, porque no lo se. Bueno.. – proseguí antes de que pudiera contestarme – se que piensas que yo vendí la exclusiva y que soy la mas astutas de las zorras que se han acercado a vosotros desde que sois famosos. Que me lo he sabido hacer muy bien para engañaros, sobre todo a Bill, y conseguir lo que desde un principio era mi propósito, pero.. no has barajado ni por un segundo que puedo estar diciendo la verdad?
Georg: No – me contesto al instante –
Ametz: Me crees tan mala? – le pregunte atónita –
Georg: No, solo aprovechada.
Ametz: Que ves en mi que tan poco te gusta Georg? Que te hago sentir que tanto odio me tienes?
Georg: No es odio. Siento indiferencia.
Ametz: Mentira, la indiferencia no se transmite del mismo modo que tus miradas hacia mi, van cargadas de algo y te aseguro que eso no es indiferencia.
Georg: Ahora si, creo que has tenido lo que te merecías.
Ametz: Pero si tan mala soy.. por que me ha dolido tanto que todo haya acabado? Por que según tu, he tenido lo que me merecía, si nadie me importa?
Georg: Se te ha acabado la gallina de los huevos de oro; aun así, creo que al final, si le quisiste, pero ese tipo de amor es de los que hay que mantener cuanto mas lejos mejor.
Ametz: Mira.. por desgracia, sobre todo para ti, nos vamos a tener que ver durante mucho, mucho tiempo. Nekane nos une lo quieras o no y espero que algún dia, que se llegara, veas mas allá de esa mascara que has creado entre tu y yo, impidiendo percibir lo que de verdad soy.
Georg: Lo dudo.. en cuanto la niña nazca Nekane se viene conmigo.
Ametz: Que se va contigo? – respondí sorprendida –
Emitió un sonido despreocupado como sabiendo que no debía contar nada mas.
Ametz: Bueno.. claro.. os iréis a vivir juntos claro, pero aun así, yo no me voy a separar de ella porque estés tu! Y espero – mi tono empezó a sonar amenazante – que no intentes hacerlo!
Georg: El que? – pregunto haciéndose el loco –
Ametz: Separarnos!
Georg: Jamás haría eso, se lo importante que eres para ella y aunque no seas de mi agrado, lo mas sincero que veo en ti, es la amistad y el cariño que la profesas.
Ametz: Debo decir.. gracias?? – solté sarcástica –
Georg: No, limitate a mantener las distancias nada mas
Ametz: Es una amenaza?
Georg: Con Nekane no, con Bill si
Ametz: Te crees con derecho para hacer eso?
Georg: Con Nekane no, con Bill si
Le mire con odio, con ese que desde hacia un mes se había convertido en mi mejor amigo.
Ametz: Sabes? Puedes estar siendo el mejor amigo del mundo o el peor de todos, eres consciente no?
Entorno sus ojos antes de contestar:
Georg: Correré el riesgo
Ametz: Y si el… si quisiera estar conmigo, que? Lo ibas a impedir?
Mi tensión empezaba a dispararse y sentía el flujo sanguíneo golpearme las sienes, mal síntoma. Mi estado de animo estaba cambiado y mi paciencia llegaba al limite.
Georg: Por las buenas.. si
Ametz: Yo jamás hice eso con Nekane! Me gustases o no, eras a quien ella había escogido! No tenia ningún derecho a entrometerme!
Georg: Pero yo no soy tu
Mis ojos se tensaron en una línea para intentar ver lo que me quería decir. Indignada como estaba, solo podía mantener mi voz en un tono demasiado alto para el lugar que nos encontrábamos, pero me resultaba imposible reprimirme mas.
Ametz: Entonces quien esta siendo el malo ahora? ¿¿¿Yo???
Georg: Mira Ametz.. este no es el lugar..
Ametz: No me vengas con esas ahora, contesta!
Georg: Ya sabes lo que pienso, incluso mucho antes de que me lo preguntases.
Ametz: Eso no cambia mi pregunta
Georg: Ni tampoco la realidad, así que como lo que deseas no se va a cumplir deja esta campaña que tienes para ganar votos porque esto no son las elecciones municipales.
Ametz: No necesito ni tu voto, ni tu aprobación
Georg: Bien, porque no los tendrás – soltó algo mas relajado –
La dureza de sus palabras habían hecho mella en mi, que sin querer empecé a lloriquear. Demasiado había aguantado.
Ametz: Y.. dime, los demás también piensan tan alegremente de mi?
Georg: Porque te iba a contestar a eso?
Ametz: Por educación?
Georg: Si te digo que si, te haré mas daño del que ahora puedas soportar, y aunque no me agrade, te necesito aquí junto a mi, para apoyar a Nekane y su familia.
Ametz: Eso se llama egoísmo, sabes?
Georg: Si, pero ellas son lo que mas me importan
Pensé mirando al suelo cuando sentí que mi primera lagrima moría en el frío suelo de mármol beige, y desee que ese amor que Georg dejaba fluir con sus palabras fuera el mismo que Bill hubiera sentido por mi, ser Nekane y el Bill, que el se desviviera por mi como Georg lo estaba haciendo por mi amiga.
Ametz: Y si es que no?
Georg: Te crecerás de una manera que te ayudara a coger fuerzas intentando recuperar una batalla que ya tienes perdida, así que, de cualquiera de los dos modos, te estoy ahorrando un sufrimiento innecesario.
Ametz: Quiero saberlo. Sino me lo quieres decir es porque sabes que eres el único que me odia, sino, no te hubieras privado del placer de clavarme un poco mas el puñal
Georg: Ves como eres muy lista?
Ametz: Mira Georg, al único que le permití y le permitiré ciertas confianzas es a Bill, así que ese tono conmigo, lo varias ok?
Georg: Lo siento – me confeso – los nervios.. no me están jugando una buena pasada.
Ametz: A mi tampoco y me estoy aguantando las ganas de abofetearte
Georg: No lo harías.. – se rió –
Ametz: Si no me contestas, puede
Georg: Ninguno piensa como yo
Ametz: Quienes son ninguno?
Georg: Por que debería darte esta información? – se sobresalto –
Ametz: Otra vez?
Bufo y continuo:
Georg: Esta claro que Bill, no se porque narices ya no lo piensa, de hecho dudo que ni en un principio lo hicera. Gus se mantuvo al margen, pero finalmente se posiciono, un votante mas a tu favor – me sonrió desagradable - Y Tom reacio como es a estas cosas, nunca dijo nada en publico, imagino que entre ellos dos, como muchas otras cosas, si que hablaron. Le dolió mas que a nosotros.
Su ultima frase me hizo adivinar que no se refería solo a la exclusiva.
Ametz: Lo de Tom es pasado
Rió entre dientes antes de decirme:
Georg: Ves como las pillas al vuelo?
Ametz: No soy imbécil! Y ah! – me acorde de repente – aunque Bill no me lo dijo, acabo de adivinar que tu numerito de las revistas en el coche con Nekane, lo tenias mas que planeado, eh?
Georg: Tu que crees?
Ametz: Sabíais mi reacción … - me empecé a convencer – sabíais que es lo que iba a hacer, eh? – descubrí con la mirada perdida – Fue todo.. preparado!
Georg me miraba algo atónito como no creyéndose que yo acabara de descubrir aquello.
Ametz: Kendra… lo de Kendra… era cierto que era mentira!?! – grite entre preguntando y admitiendo –
Georg: Vaya.. ahí me has fallado. Suponía que Bill te lo habría dicho..
Kendra había sido tan engañada como yo, y ahora si su dolor había llegado a conocer toda la verdad, tendría que ser mas amargo que el mío, sabiendo que había sido utilizada para demostrar el amor de ‘la otra’
Nos rompió nuestro mundo, uno de los doctores que se acerco por la espalda de Georg.
Dct: Sr. Listing?
Georg se volvió como si un calambre le hubiera recorrido el cuerpo entero para enfrentarse al medico.
Georg: Si, soy yo, dígame
Dct: Las cosas se van normalizando, tanto el pulso de la madre como el de la niña es estable, al igual que sus constantes.
Georg: Eso quiere decir que..??
Dct: Ha empezado a dilatar y aunque se espera un parto bastante largo, las cosas van mejorando.
Ametz: Diosss que alivio! – solté espirando con fuerza –

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