jueves, 13 de mayo de 2010

Capítulo 40

Cap.40
Yo: Se ve que lo tienes todo planeado, eh?
B: Los próximos días si.. – Se entristeció al decirme aquello –
Yo: Por qué pones esa cara? parece que se te haya bajado la ilusión de repente…
B: El viaje lo tenia planeado para venir con Tom… se que esto le hubiera encantado…
Me sentí tan triste por el, como por mi. No sabía muy bien qué contestarle, ni en que posición me dejaba a mi aquella frase.
Estaba feliz de encontrarse allí, pero en el fondo, algo le faltaba para completar esa felicidad, y ese era Tom, no yo.
Yo: Siento mucho que Tom no haya podido venir… se ve que le echas de menos…
B: Creo que son las primeras vacaciones que pasamos separados desde que teníamos 8 años…
Ya no sabia que decir…me estaba haciendo sentir tan reemplazable como inexistente.
Me miro y me dijo:
B: Pero no me arrepiento… contigo lo voy a pasar tan bien o mejor… con el siempre acabo de los nervios!! Y consolando a mas de una, después de las noches locas de pasión… Creo que por unos días que no le tenga pegado al culo no va a pasar nada.. jeje.
Llegamos al restaurante, un sitio ideal y típico de allí. La cena transcurrió todo lo amena que se puede, cuando solo una persona es la que habla, aunque llegó un momento en el que, simplemente con gestos o miradas ya sabía lo que Bill me quería decir. Aun así me pimple 2 botellas de agua yo sola! Tenia la boca como una alpargata!
De vuelta al hotel y ya en la habitación, nos cambiamos por separado y con diferencia temporal, porque para cuando Bill hubo terminado yo ya estaba en la cama y soñando con los angelitos.
A media noche, me desperté, supongo que por la rareza de encontrarme en un sitio desconocido y vi que me encontraba sola en la cama.
Pensaba que lo de q Bill dormiría en el sofá, era broma! Como le iba a hacer dormir en el sofá?? Pero pobrecito! Si encima estaba todavía convaleciente!
Me asome con absoluto sigilo hasta el saloncito, y le observe dormidito como un bebe en el sofá y tapado con una fina manta gris.
El pelo le caía sobre la frente dejando solo a la vista uno de sus ojos cerrados, se lo retire y me arrodille a su lado, sin casi respirar para no despertarle. Tenia la boca parcialmente abierta por donde con unos pequeños suspiros respiraba tranquilamente. Su brazo derecho colgaba de un extremo hasta que tocaba el suelo con esa mano tan perfecta y sus uñas de porcelana. Se la cogi para apreciar, todo lo que la oscuridad me permitía, esas uñas tan impecablemente pintadas y la suavidad de su tacto.
No quería despertarle, pero se me estaba rompiendo el corazón de verle allí dormido. Espere unos minutos sin dejar de mirarle y memorizar cada milímetro de su piel visible, hasta que en una interrupción de su sueño se giro sobre si mismo para darse media vuelta y me vio allí de rodillas a unos pocos centímetros observándole.

Su primera reacción fue emitir un sonido gutural a modo de sobresalto, con el que retrocedí un poco desde mi sitio para acallarle con la mano. Sus ojos como platos y la respiración ahora acelerada me decían aquello que sus cuerdas vocales no podían.
Yo: Bill siento haberte asustado – le decía totalmente avergonzada – es que .. me he despertado.. y no te he visto, y bueno.. no pensé que ibas a dormir en el sofá.. jeje, si lo llego a saber duermo yo! A ti te hace falta descansar…
Bill solo me miraba acostumbrándose a mi silueta en la oscuridad pero sin moverse ni un ápice.
Yo: En fin que.. vayas a la cama, ya me quedo yo aquí, anda venga…
Me negaba con la cabeza incorporándose en el sofá.
Yo: Aquí no te vas a quedar a dormir!
Me gesticulaba para que volviera a la cama.
Yo: Que no!! Faltaría mas! Venga tira pa’ la cama! Y no me hagas que me enfade…mmmm
Se levanto y me tendió la mano para que se la cogiera, y así ayudarme a levantarme del suelo. Cogio la pizarrilla del escritorio y me escribió:
B: Si a ti no te importa..puedo dormir contigo.. No he cogido esta habitación para que acabemos durmiendo en el suelo como dos subnormales!!
Yo: Razón tienes! jajaja. A mi no me importa en absoluto… - le dije mirando al suelo, mientras pensaba: pero como me va a importar!! veras tu veras… esta noche ya has dormido suficiente guapo… -
B: No soy mi hermano… no me tengas miedo, que no te voy a hacer nada..
Joder!!! Pero por que??? - me decía a mi misma.
Yo: Si te tendría miedo no me hubiera fiado de ti cuando me pusiste la venda en el coche…
Sonrió y dejando la pizarrilla en su sitio nos metimos en la cama.
Yo no pegue ojo en todo lo que quedaba de noche. Estaba tan quieta que podía haber pasado perfectamente por un gato de escayola! Tenia miedo de que Bill pensase algo que realmente era cierto, pero que si a lo que el no estaba dispuesto, nunca querría que supiese, mas de lo que ya intuía.
El se quedo en su lado de la cama tan quieto como yo o mas, creo que se despertó en la misma posición en la que se había dormido!
Cuando el sol empezó a asomar me venció el cansancio y me dormí.
Me despertó el sonido del teléfono de le mesilla que al girarme cogi, viendo que Bill ya no estaba en la cama.
Era su guardaespaldas, comunicándome que Bill estaba en una de las discográficas a las que tenia que acudir en aquellos días. El viaje era vacacional pero no tanto como para que en su estancia allí, no tuviera absolutamente nada que hacer.
Me dijo que a las 2 estaría lista en recepción que me pasarían a buscar y así hice. A la hora acordada espere hasta que Bill llego, entre una humareda de gente que se ve, ya se había enterado de su estancia en la ciudad.
Fuimos a comer con uno de los productores de la discográfica, junto con otros dos chicos, que eran publicistas.
La comida termino y Bill tenia que marcharse con ellos a terminar de cerrar el acuerdo que tenían entre manos, esta vez no estaba David para hacerlo, y aunque Bill nunca se encargaba de esas cosas y menos en su estado, esta vez no quedaba de otra y además el quería encargarse personalmente de aquello.
Me volví al hotel un poco triste de pensar que solo nos quedaban 4 días y ese mismo, no lo iba a pasar con el, por no recordar las horas desaprovechadas la noche anterior.
Me fui a la habitación a dormir un rato que estaba cansadísima y al sacar el móvil para poner la alarma, me encuentro un papel con letras verdes que decía:
Siento no poder pasar el dia hoy contigo pero son compromisos que no puedo eludir. Te prometo que los días que quedan los pasaremos juntos. Duerme un rato que falta te hace! Si mi presencia en la cama te intimidaba habérmelo dicho!! Xp
Lo primero que hice al terminar de leer fue reírme como una posesa para seguido ruborizarme al comprender que Bill se había dado cuenta de la tensión de la noche pasada, lo cual me hizo saber a su vez, que el tampoco pego ojo, como yo pensaba.
Sin darle muchas vueltas mas, me eche la siesta como media hora y me levante con fuerzas renovadas incluso para salir a dar una vuelta sola.
Tokio era un país realmente problemático para aquellos turistas que no supieran Japonés. Todos los carteles estaban en su idioma, exceptuando alguno de ellos que venia la traducción inmediatamente debajo en ingles.
La primera manzana que recorrí saliendo del hotel ya me había perdido. Y como las indicaciones de poco me servían..
Ya que no sabia ni donde estaba, me dedique a dar vueltas. Entre en un par de tiendas, observe algún edifico, pero lo mas divertido y curioso era sentarte en cualquier banco de la ciudad y ver pasar a la gente.
En unos 20 minutos que duro aquella operación vi a un señor de unos 70 años con el poco pelo que le quedaba verde, una familia que tenia quintillizos y los llevaba exactamente igual vestidos y peinados, que no seria una cosa tan rara de no ser porque los chavales tenían mas barba que pelo en la cabeza! Un grupito de colegialas exactamente igual caracterizadas que la serie de dibujos ‘Sailor Moon’ y una infinidad de juventud que parece vivían permanentemente en el dia de Halloween.
Creo que después de aquello, llegue a comprender porque Bill estaba tan encantado con aquella ciudad, era el sitio perfecto para pasar totalmente desapercibido.
Y según iba desapareciendo el te que me había comprado en un puesto cercano al parque pensé, cavilé y planee todo lo referente a los pocos días que nos quedaban de estancia en Tokio.
No podía ser que después de cinco meses hacía que nos conocíamos, más de una y de dos oportunidades para que pasase algo más y, estando los dos solos pasando unos días de vacaciones en Tokio, no fuese pasar nada.
Fecha limite: ESA NOCHE!!
Volví al hotel entusiasmada y contenta a la vez que nerviosa, para confabular mi argucia.
pensé en la ropa que me pondría aquella noche y aunque no sabia el plan que Bill tendría para esa noche, si sabia q unos cuantos cócteles me ayudarían a llegar al destino deseado.
Para las 9 de la noche que Bill asomo por la puerta de la habitación yo ya estaba lista para cualquier tipo de plan y mas para el mío.
Bill me contó como pudo, aunque cada vez nos entendíamos mejor, que habían cerrado ya un concierto para celebrar en Tokio en el otoño del 2009, cosa que le ilusiono muchísimo, y a los chicos también, ya que les llamo mediante video-conferencia para contárselo. Que show!!
Yo: Por que siempre me pierdo lo mejor?? joooo verte ahí haciendo el ventrilocuo por el móvil ha tenido que ser la bomba!! jajaja – le dije riéndome –
Estaba contentísimo y no solo por eso, sino porque su medico le había mandado un nuevo informe a su i-phone, indicándole la nueva medicación a tomar y los primeros ejercicios para ir entrenando su voz. Ya podía intentar hablar.
Y como demostración me dijo un: Hallo..
Yo: Hijo que soseras eres!! yo la primera palabra que hubiera dicho seria: Cubata!!!
Bill se partía de la risa y esta vez con sonido incluido, no le dolía demasiado y le encantaba eso de poder reírse a gusto.
Me enseño una foto del sitio donde iríamos a cenar y yo a su vez, y gracias a mi investigación, otra del sitio donde íbamos a ir después a toñarnos!
La cara se asombro que me puso fue estupenda.
B: Pero ya pensando en pimplarte?? – me escribió –
No hijo no, en pimplarte a ti!! – pensaba –
Yo: Noo… tampoco tanto, solo ir a tomar algo, no?? abr que conocer Tokio de noche, no?? Dicen que si no conoces los garitos de aquellas ciudades que visitas, es que no las has conocido bien!! jajaja
B: Eso te lo acabas de inventar fijo!
Yo: Siii, pero a que suena bien?? jajaja
B: Jajaja
Bill se cambio, esta vez en un tiempo récord para el, una media hora sin contar el ponerse las alhajas, osease, anillos, pulseras, collares, pendientes guantes….etc, y peinarse.
Nos llevaron hasta el restaurante que Bill había reservado para la cena. A primera vista parecía un sitio de no muy buena reputación, la decoración era bastante sobria y algo lúgubre. Pero después de terminar la cena comprendí por qué tenía tan buena fama y nos habían dado una mesa gracias a ser quien era.
Bill empezó a balbucear alguna palabra. Que más que intentar hablar parecía que estaba haciendo una guerra de Felipes. Después de bañarme con sus pequeños ecupitajillos, decidí que seria mas divertido si yo hacia lo mismo. así que me metí unas cuantas galletitas que nos habían traído con el postre y le dije inclinándome levemente en la mesa para acercarme a el, ‘Pamplonica’.
Cuando vi todos aquellos meteoritos cayéndole por toda la cara e incrustándosele en el pelo, fue lo peor! Porque solté tal carcajada que el resto de galleta que no debía de haber salido, lo hizo sin mi permiso poniéndole perdido!!
Tenia el pelo entero lleno de trocitos blancos imposibles de quitar. Su pelo se había convertido en la tela de araña de mis felipes!
Me tire al suelo de la risa y Bill me miraba alucinado sin pestañear. No pude aguantarme mas y me levante sin mediar palabra directa al baño, agarrandome la entrepierna como podía, porque sino me meaba encima!!
Acabe llorando de la risa recordando la cara de Bill mientras le escupía las galletas chinas aquellas, con sabor a canela, por cierto.
A la vuelta Bill seguía en el sitio, como, no creyéndose muy bien lo que acababa de pasar.
Yo no paraba de reírme y al explicarle el juego, ese de tu me escupes, pues yo mas, también empezó a reírse; sobre todo cuando repitió la operación pero conmigo!
Acabamos airándonos los mendrugos de pan a la cabeza y hasta los bigotes de las gambas!!
Menuda estampa los dos llenos de migajas de todo lo que habíamos pillado, por todo el cuerpo y los camareros del restaurante flipando.
Nos marchamos dejando una buena propina y todo solucionado.
Algo mas nos costo encontrar la coctelería que yo había pensado.
Aunque al final y después de 20 minutos dando vueltas la descubrimos.
En aquella ciudad no había problema porque Bill fuera el centro de atención, había otros tantos como el o peores, y además sin el agobio de fans o prensa. Aun así fuimos a la parte de arriba del garito donde había menos gente, pero nos pudimos mezclar con el resto sin problema.
Nos sentamos en una mesita redonda y al lado nuestro, a unos cuantos metros de distancia, los seguratas de Bill.
Yo: Bueno que pedimos??
B: Tu no se… yo una coca-cola por favor.
Mi cara: TT
Yo: Como??
B: Yo no puedo beber Ametz… - me escribió –
Yo: Como que no puedes beber?? – no por diossss!!: Me gritaba a mi misma! -
B: Estoy tomando antibiótico por lo de la operación! o que te pensabas que son esas pastillitas de colores… juanolas?? jajaja
Yo: No me hace gracia!! Yo quiero que bebas!! – le grite seria –
Se que me pase con la reacción, pero me salio del alma.
Bill arqueo la ceja, inclinándose levemente hacia atrás.
B: Como dices??
Yo: Que… que… hombre porque bebas una copita… tampoco pasa nada…
Me negó con la cabeza mientras escribía:
B: Te conozco! no será una, sino una detrás de otra!! además que no puedo! Lo tengo terminantemente prohibido! Es mi salud Ametz, y la del grupo también… - dijo apenado –
Yo: Tienes razón – le reconocí entristecida –
El plan a la mierda!! Si no bebe, como le voy a acosar?? Va a ser muy descarado!! Joder!!! Vaya fustaña!! Todo tiene que salirme mal?? Joder…. – pensaba -
Fui finalmente a pedir una coca-cola para Bill y un cóctel para mi. Que después de un par de horas bastante amenas, acabo siendo 2 coca-colas y 1 agua; y 5 cócteles y 1 cubata!
Yo ya iba mas contenta de que unas castañuelas. Sino se bebe para celebrar, por lo menos que sea para olvidar!
Llevaba una chispa encima, que la noche estaba siendo tan genial y divertida, como si Bill podría hablar.
Su cara, sus expresiones, ademanes… hablaban por el, y yo también, que no callaba.
Estuvimos allí hasta las 2, luego Bill decidió que ya era hora de regresar si mañana queríamos ver algo de la ciudad.
Yo a regañadientes accedí, no muy convencida pero sabiendo que tenia razón.
Al llegar al hotel y mientras Bill usurpaba el baño, me hice una especie de cubata con la mini-botellita de Cacique, por cierto asqueroso, que había en el minibar y una coca-cola.
Cuando Bill salio me vio tirada en el sofá, copa en mano y con un pedillo bastante importante.
Se acerco y sentándose a mi lado me la quito, negando con su dedo índice.
Yo: Pero porque me la quitas??
B: Shhhhh
Yo: Nooooooo joeee que yo quiero seguir de fiestilla, ya que tu no bebes, déjame que lo haga yo por los dos!! No me seas toca-pelotas eh Bill?? Que pareces un abuelo octogenario!!
Cogio la pizarrilla y me escribió:
B: No, que menuda nochecita me vas a dar….
No me gusto un pelo su comentario, así que levantándome le espete:
Yo: Tranquilo que si es por eso, ya duermo en el sofá! – y entre en el baño a portazo limpio para cambiarme –
Todo me daba vueltas y la cabeza la tenia totalmente abotargada. así, con sumo cuidado de no resbalarme, me di una ducha rápida y me puse el pijama.
Salí con mucho sigilo o eso pensaba, hasta que me comí la silla de al lado de la cama, la tire al suelo y yo con ella. Me senté para reírme yo sola, y mas viendo a Bill desde el sofá como hacia lo mismo.
Me acerque a el, como si no hubiera pasado nada, y antes de hablar me enseño la pizarrilla donde ponía:
B: No quería que te tomases así lo que te he dicho antes, a mi no me molestas! Lo digo por ti! Si sigues bebiendo, no vas a pasar buena noche y mañana vas a tener muchísima resaca para ir a cualquier lado. Solo quedan cuatro días… hay que aprovecharlos…
Y tanto que aprovechar!! Ven pa’ki que las horas que quedan yo ya se como emplearlas!! – me repetía por dentro.
Yo: Ok… tienes razón.
Se levanto del sofacito, mientras yo le miraba atenta esperando el siguiente paso. Se dirigía a la cama cuando me levante tras el y con un rápido movimiento le agarre de la mano y le hice volverse hacia mi.
Yo: Bill….
No me contesto, solo se giro para mirarme, aunque creo, ya sabia perfectamente lo que quería, incluso antes de que le nombrase.
Le tenia cerca pero no lo suficiente. así que me acerque dando un pequeño paso hacia el.
Creo que gracias a esos benditos cócteles, me iba a atrever a hacer aquello que tanto deseaba.
En ese momento tuve como un flash-back que me hizo volver a aquella despensa donde por primera vez bese sus labios y desde entonces no había vuelto a saborear.
En aquella ocasión, y para mi sorpresa fue el quien dio el primer paso, así que, esta vez me tocaba a mi.
Me incline algo mas hacia el, sin desviar ni un solo milímetro mi mirada de sus ojos. La vergüenza se apodero de mi en una sacudida cuando sentí sus manos en mi espalda presionándome.
Entendí aquel gesto como una aprobación de lo que iba a suceder así que me puse de puntillas para acercarme mas a sus labios y rodeando su cintura con mis manos me fui acercando lentamente.
Me estremecí cuando sentí la proximidad de su cuerpo junto al mío y el suave tacto de sus brazos. Recorrí toda su espalda con mis manos y su cara con mis ojos.
Sentía el deseo en los ojos de Bill y la pasión en sus manos, esta vez SI.
Un suave impulso me lo demostró guiándome hasta sus labios pausadamente, a la vez que sus uñas se clavaban a través de la fina camiseta que yo llevaba.
Carnosos, dulces, húmedos, como la primera vez que le bese.
Insistente, exigente e implacable su lengua se hundió en mi boca con una fuerza firme, que se iba tornando sutilmente en persuasiva, jugueteando, atrayéndome mas hacia a el y deleitándome en su piercing.
Mis dientes mordisqueaban sus labios y la lengua los recorría, obligándole a una estremecida respuesta.
Me elevo con sus brazos y haciendo que mis piernas rodearan su cadera me llevo hasta la cama, sin dejar de besarme.
Me separo de el, haciendo que mis pies tocaran el suelo y me miro con dulzura.
Me cosquilleo la cara con su mano derecha mientras se acercaba de nuevo y me tendía sobre la cama.
Empecé a notar el corazón tan acelerado que pensé me iba a estallar.
Inquieta, deseosa, excitada… no sabia muy bien como catalogar aquel sentimiento que jamás antes había experimentado, ni si quiera con Tom.
Quiza era por el deseo de tenerle que había anhelado tanto tiempo, que no sabia muy bien como comportarme o que decir.
Bill se inclino muy despacio sobre mi, hasta que se quedo a una distancia prudencial para observarle perfectamente su rostro.
Sus ojos recorrían cada centímetro de mi con una mirada, que hasta entonces, jamás había percibido en el. Intensa, oscura, ardiente.
Sus facciones se volvieron duras y sentí con solo mirarle el deseo que aquello le producía.
Tenia sobre mi, la mitad de su cuerpo; su mano izquierda enredada en mi pelo y la derecha haciendo un atrevido y posesivo recorrido del mío, deslizándose con firme seguridad desde mis hombros y por la curva de mi espalda hasta el culo. Tenia la pierna derecha de Bill encajada entre las mías, larga, persuasiva.
La mano con la que el sostenía mi cabeza me acariciaba sin cesar y la otra no paraba quieta en mi cuerpo, a veces firme y exigente, otras ligera y provocadora, como su mirada; hasta que sin querer e irracionalmente mi cuerpo se moldeo al suyo para recibir lo que me daba y luego me negaba.
Era un juego dulce y salvaje, el que, sin querer habíamos creado. Sabiendo los dos, lo que deseábamos del otro pero con timidez al esperado momento.
Deslice mis brazos alrededor de su cuello, metiendo los dedos entre su espeso cabello oscuro. Fascinada, puse mi mano derecha junto a su mejilla notando así la suavidad de su piel, deslizándola para seguir por sus hombros hasta la espalda.
Sus delicadas manos sobre mi y sus labios entreabiertos e incitantes eran todo lo que necesitaba saber, para estar segura de que no me había equivocado, el me deseaba tan ardientemente como yo a el.

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